Bajo el paraguas de los trastornos del neurodesarrollo se incluyen patologías diversas como son los trastornos del aprendizaje (dislexia y discalculia, entre otros), el trastorno por déficit de atención e hiperactividad o TDAH, y los trastornos del espectro autista. En todos ellos existe una alteración del neurodesarrollo, cuyo origen puede ser debido a causas externas y/o intrínsecas de la persona. Los síntomas de estos problemas habitualmente aparecen en las primeras etapas de la infancia, aunque a veces pueden ser identificados en etapas posteriores. Son patologías cuyos síntomas perduran, con mayor o menor intensidad, en la edad adulta, y por ello el diagnóstico y la intervención precoz es fundamental
Trastornos específicos en el aprendizaje
Este tipo de trastornos tienen como síntoma principal las dificultades en el aprendizaje, sea de los procesos de lectura y escritura (dislexia) o del cálculo (discalculia). Habitualmente se detectan en el entorno a cadémico durante las primeras etapas de escolarización. Para diagnosticarlos, es necesario realizar una evaluación específica en base a tests y pruebas psicométricas. También es importante realizar una evaluación que explore posibles dificultades relacionadas con otros problemas en el neurodesarrollo o en la regulación de las emociones. La intervención terapéutica se basa sobre todo en recursos pedagógicos y logopedia.
Trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad
Es un trastorno en el neurodesarrollo que se manifiesta durante la infancia. Los síntomas más habituales son la inatención (despistes, dificultades para concentrarse, incapacidad de adquirir hábitos o estudiar), hiperactividad e impulsividad (impaciencia, dificultad para contener y regular su comportamiento,…).
Existe una base neurobiológica que predispone a padecer este trastorno, a la vez que determinadosfactores ligados al entorno del niño/a durante su desarrollo pueden influir en el grado de intensidad de los síntomas. El diagnóstico se realiza en base a una valoración clínica que incluye exploración neuropsicológica, entrevistas y cuestionarios, y el tratamiento combina la intervención psicoterapéutica y médica.
Trastornos del espectro autista
Los trastornos generalizados del desarrollo o del espectro autista se manifiestan con la aparición precoz y progresiva de dificultades para la interacción social y otras áreas de la vida. Dentro de estas patologías existen diferentes niveles de gravedad, y los niños/as pueden presentar problemas que van desde dificultades menores en la comunicación (tendencia al aislamiento, problemas para relacionarse con otros niños,…) y conductas poco flexibles, hasta problemas graves como la ausencia de comunicación verbal y no verbal. El diagnóstico y la intervención precoz, sobre todo en casos graves, es muy importante para mejorar la capacidad de adaptación y autonomía. Muchas veces, se requiere un tratamiento multidisciplinar que incluye diferentes enfoques: psicomotricidad, psicoterapia y el abordaje terapéutico de síntomas asociados.