La fibromialgia es una condición médica compleja que afecta a millones de personas en todo el mundo, y España no es una excepción. Según datos del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, se estima que alrededor del 2-4% de la población española padece fibromialgia, lo que equivale a más de 900.000 personas en todo el país.
Desde el dolor crónico hasta los desafíos psicológicos asociados, esta afección plantea importantes interrogantes tanto para las y los pacientes como para las y los profesionales de la salud. En este artículo, exploraremos en profundidad la fibromialgia desde una perspectiva médica y psicológica, brindando una comprensión integral de sus causas, síntomas, diagnóstico, tratamiento y el impacto en la calidad de vida.
Entendiendo la Fibromialgia
La fibromialgia se caracteriza por dolor musculoesquelético generalizado y sensibilidad en todo el cuerpo. Aunque su causa exacta aún no se comprende completamente, se cree que factores genéticos, neurobiológicos y ambientales pueden desempeñar un papel en su desarrollo. Es crucial destacar que la fibromialgia no es solo una manifestación física; también puede afectar significativamente el bienestar emocional y mental de las y los pacientes.
Los Síntomas y su Impacto
Además del dolor crónico, las y los pacientes con fibromialgia a menudo experimentan fatiga persistente, trastornos del sueño, dificultades cognitivas y cambios de humor. Estos síntomas pueden tener un impacto profundo en la calidad de vida, interfiriendo con las actividades diarias y las relaciones personales; y es que manejarse con el dolor crónico tampoco resulta fácil para las personas cercanas a las y los pacientes. La fibromialgia es una enfermedad “invisible” y, tanto para familiares, como para compañeros/as de trabajo, resulta complicado entender lo que supone vivir con un dolor crónico. Es por ello importante reconocer la complejidad de la fibromialgia y abordar tanto sus aspectos físicos como psicológicos para un tratamiento eficaz.
Diagnóstico y Desafíos
El diagnóstico de la fibromialgia puede ser complicado debido a la falta de pruebas específicas. Las y Los médicos a menudo dependen de la historia clínica del paciente, realizando una valoración del dolor y de otras manifestaciones de la fibromialgia como cansancio, sueño no reparador, síntomas cognitivos o emocionales. Sin embargo, la falta de comprensión generalizada sobre esta afección puede llevar a la invalidación de los síntomas por parte de las y los profesionales de la salud, lo que puede retrasar el diagnóstico y el tratamiento adecuado.
Tratamiento Integral
El manejo de la fibromialgia generalmente implica un enfoque multidisciplinario que abarca tanto la medicación como las terapias no farmacológicas. Los medicamentos pueden incluir analgésicos, antidepresivos y medicamentos para mejorar el sueño.
Además, las terapias físicas, como el ejercicio regular y la fisioterapia, pueden ayudar a reducir el dolor y mejorar la función física. La educación sobre la fibromialgia es asimismo importante en este enfoque multidisciplinar. Finalmente, la terapia cognitivo-conductual también ha demostrado ser beneficiosa para abordar los aspectos emocionales y psicológicos de la fibromialgia.
El Rol de la Psicología
La conexión entre la fibromialgia y la salud mental es significativa. Los pacientes con fibromialgia tienen un mayor riesgo de desarrollar sintomatología depresiva y ansiedad debido al estrés crónico y la disminución de la calidad de vida. Por lo tanto, es fundamental que las y los profesionales de la salud reconozcan y aborden estos aspectos psicológicos en el tratamiento integral de la fibromialgia.
La TCC o terapia cognitivo-conductual es una forma de terapia que se ha demostrado efectiva en el tratamiento de la fibromialgia. Ayuda a las y los pacientes a identificar y cambiar pensamientos negativos o distorsionados, así como comportamientos que puedan estar contribuyendo al malestar emocional y al aumento del dolor. La TCC también enseña habilidades de afrontamiento, asertividad y técnicas de manejo del estrés, técnicas de relajación y manejo del dolor. Además, se fomenta el autocuidado mediante la promoción de hábitos saludables y la creación de planes personalizados.
Conclusión
La fibromialgia es una afección compleja que afecta tanto al cuerpo como a la mente. Al comprender sus aspectos médicos y psicológicos, podemos proporcionar un mejor apoyo a las y los pacientes y mejorar su calidad de vida.
Es fundamental adoptar un enfoque integral que aborde tanto el dolor físico como los desafíos emocionales asociados con esta afección. Al hacerlo, podemos avanzar hacia un mejor manejo y tratamiento de la fibromialgia para aquellas personas que viven con ella día a día. Con este tipo de enfoque integrativo o biopsicosocial se apuesta por aprender a vivir con la enfermedad de la fibromialgia, lo que va unido a aceptar el dolor crónico y el resto de sintomatología, abandonando la ilusión de que un/a médico o un fármaco milagroso van a curar su enfermedad.
Desde IMQ Amsa nuestro equipo de profesionales en el ámbito de la salud mental respalda la evidencia de la investigación sobre la intervención en fibromialgia, ya que esta patología tiene un impacto significativo sobre las personas que la viven, sus familias, trabajos y sociedad en general. Es importante conocer que el dolor es real, pero también que es posible mejorar la calidad de vida de las personas con fibromialgia.