En la última actualización de la Clasificación Internacional de Enfermedades y Problemas de Salud Relacionados, la Organización Mundial de la Salud ha incluido en el epígrafe de problemas asociados con el empleo o con el desempleo el conocido como “Síndrome del trabajador quemado”; que fue descrito por primera vez en la década de los 70.
La OMS define el síndrome de desgaste ocupacional como aquel producido por un «estrés crónico en el lugar de trabajo que no se ha manejado con éxito». Se detalla que «el desgaste profesional no surge súbitamente, sino que, por lo general se gesta en un periodo que varía entre 5 y 8 años de desgate continuo y estrés crónico en el contexto labora». Suele afectar más a las personas muy comprometidas con su trabajo, y particularmente en profesiones asistenciales o de servicios.
La nueva definición, que ha despertado recelo entre algunos expertos, también ha motivado la petición de diferentes colectivos -caso del sindicato de enfermería Satse- para que la decisión de la OMS derive, a su vez, en su reconocimiento como “enfermedad profesional”.
Conversamos en Euskadi Hoy Magazine con José Mariano Galletero, Director Médico del servicio de Psiquiatría IMQ-AMSA
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