Sabemos que realizar ejercicio regularmente nos hace sentir más fuertes y más activos, pero pasamos por alto los beneficios que esto nos aporta a nuestra salud mental. El consumo de antidepresivos ha aumentado en un 250 % en España según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), situándonos a la cabeza en su uso. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), cerca del 13% de la población mundial, lo que equivale a aproximadamente una de cada ocho personas, sufre de algún tipo de trastorno mental.
Los trastornos mentales no discriminan según edad, género, cultura o estatus económico, destacando así la necesidad de promover la conciencia y el respaldo a nivel global. La importancia de estos trastornos para la salud pública mundial radica en cómo afectan a la calidad de vida de las personas y de la sociedad en general, así como en el nivel de discapacidad que generan.
Impactos del ejercicio
La salud mental es un estado de equilibrio emocional y psicológico que podemos cuidar a través del ejercicio físico. Esta actividad es una manera eficaz de mejorar nuestra salud física y mental simultáneamente, ya que al hacerlo, el cerebro produce sustancias que son clave en los efectos positivos del ejercicio en el bienestar psicológico:
Las endorfinas actúan como analgésicos naturales, aliviando tanto el dolor físico como emocional, pudiendo también reducir el estrés y la ansiedad. La dopamina está asociada con la motivación, la memoria y la sensación de recompensa. Y por último la serotonina, que promueve sentimientos de placer y felicidad.
Entre sus beneficios también está comprobado que el ejercicio regular con el tiempo puede ayudar a prevenir el desarrollo de demencia y la enfermedad de Alzheimer.
El ejercicio físico nos invita a enfocar nuestra mente en técnicas que luego se reflejan en nosotros mismos, fomentando nuestro compromiso y perseverancia. Integrar el ejercicio en nuestra rutina diaria es sumamente beneficioso, sin necesidad de ser un atleta de élite. Todas las formas de actividad física aportan ventajas, ya sea el ejercicio aeróbico como caminar, el entrenamiento de resistencia, el pilates o el yoga.
Además de mejorar nuestra salud mental, hay muchas ventajas personales que obtenemos, y que la Organización Mundial de la Salud (OMS) corroboró mediante cifras.
- Mejora del sueño: Favorece un descanso reparador.
- Aumento de los niveles de energía: Proporciona vitalidad y vigor, mejorando el estado de ánimo.
- Reducción de problemas de salud física: Contribuye a un cuerpo sano.
- Mejora de la confianza en uno mismo: Fortalece la autoestima y el sentido de valía personal.
- Mejora de la capacidad de concentración: Permite mantener la atención en tareas y objetivos.
- Mejora de la función cognitiva: Optimiza el funcionamiento del cerebro, facilitando el procesamiento de información y la toma de decisiones.
Pequeños avances, grandes cambios
Sin embargo, cuando nos enfrentamos a un desequilibrio emocional, encontrar la motivación puede ser todo un desafío, y a veces parece fácil dar consejos sin considerar las emociones de los demás. Cada persona tiene su propia historia, sus luchas y necesidades únicas, lo que hace que el proceso de encontrar la motivación sea muy personal y complejo. Estas son algunas recomendaciones valiosas:
- Explorar diversas actividades con el fin de descubrir intereses personales es una estrategia efectiva. Si se encuentra algo que apasione, es más probable que se mantenga como parte de la rutina
- Progresar gradualmente es un aspecto clave para mantener la motivación a largo plazo. Iniciar con pequeños pasos indica a la mente un disfrute del ejercicio, lo que puede facilitar su continuidad en el tiempo.
- Aprovechar la tecnología para monitorear el progreso y establecer desafíos personales es beneficioso. El seguimiento de las actividades físicas puede servir como motivación adicional para mantener una rutina de ejercicio regular.
Perspectiva integral
La actividad física puede ser un recurso valioso para preservar un estado de equilibrio emocional y psicológico, no obstante, en algunas circunstancias, buscar asistencia profesional es necesario para garantizar nuestro bienestar.
En IMQ Amsa, contamos con un equipo de psicólogos/as que ofrecen atención personalizada, además de un programa de promoción del bienestar emocional que trabaja en colaboración directa con empresas.