La terapia de pareja tiene como objetivo que cada una de las partes de la pareja trabaje distintos aspectos que les ayuden a mejorar su comunicación, su funcionamiento y, en definitiva su relación. Pueden beneficiarse de ella tanto las parejas que atraviesan un periodo complicado como aquellas que están pensando o han decidido ya separarse y quieren disponer de herramientas que les ayuden a hacerlo de la mejor manera posible.
La terapia de familia, por su parte, es un tipo de terapia que involucra a los miembros de la unidad familiar, ayudándoles a reflexionar sobre los aspectos que están dificultando su convivencia y las relaciones entre ellos.